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Las convulsiones en perros

Las convulsiones en perros son eventos inesperados que pueden resultar aterradores, tanto para nuestras queridas mascotas como para nosotros. Ver a nuestro peludito perder el control de su cuerpo puede generarnos estrés, pero es fundamental saber cómo actuar en estos momentos críticos. Elena, veterinaria de Koala Mascotas, nos explica los pasos a seguir si tu perro sufre una convulsión. 

Estos consejos son importantes si tu perro ya ha sido diagnosticado con epilepsia u otra condición que pueda desencadenar estos episodios. No todas las convulsiones son el resultado de epilepsia; algunas pueden estar causadas por otras patologías que también requieren atención inmediata.

¿Qué son las convulsiones en perros?

Las convulsiones en perros son episodios en los que el animal pierde el control de sus movimientos debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estas pueden manifestarse de diferentes maneras, desde un leve temblor en una parte del cuerpo hasta convulsiones generalizadas que afectan a todo el cuerpo y pueden hacer que el perro se desplome, tiemble de forma incontrolada, salive excesivamente o incluso pierda el control de sus esfínteres.

No todas las convulsiones son causadas por epilepsia. Es un error común pensar que cualquier perro que tiene convulsiones es epiléptico. Las convulsiones pueden ser el resultado de muchas otras condiciones, como problemas metabólicos (como la hipoglucemia), intoxicaciones por sustancias tóxicas, infecciones que afectan al sistema nervioso central, traumas en la cabeza o incluso tumores cerebrales. Por eso, es importante obtener un diagnóstico adecuado para entender la causa y establecer el tratamiento correcto.

Las convulsiones se dividen en dos tipos principales:

  1. Generalizadas: afectan a todo el cuerpo del perro, causando pérdida de conocimiento, movimientos bruscos, rigidez muscular, y salivación excesiva.
  2. Focales o parciales: afectan solo a una parte del cuerpo y pueden manifestarse con movimientos involuntarios en una extremidad o espasmos faciales.

Entender estos tipos de convulsiones es esencial para los dueños de mascotas, ya que no solo ayuda a identificar un episodio cuando ocurre, sino que también proporciona información para el veterinario, quien necesitará estos detalles para diagnosticar y tratar adecuadamente a tu perro.

¿Cómo reconocer los síntomas de una convulsión?

Antes de una convulsión, algunos perros pueden mostrar signos de advertencia conocidos como fase preictal o aura. Durante esta fase, el perro puede parecer inquieto, desorientado, o más mimoso de lo normal. Algunos perros pueden buscar consuelo en sus dueños, mientras que otros pueden tratar de esconderse. Esta fase puede durar desde unos pocos segundos hasta varias horas antes de que comience la convulsión.

Durante la convulsión, el perro puede experimentar una pérdida completa del control corporal. Esto puede incluir movimientos bruscos e incontrolados de las patas, rigidez, colapso, salivación excesiva, y, en algunos casos, pérdida del conocimiento. Es posible que el perro vocalice, orine, o defeque involuntariamente durante este tiempo. La duración de esta fase puede variar, pero generalmente dura entre unos pocos segundos y varios minutos. 

Después de la convulsión, el perro puede parecer desorientado, confundido, y extremadamente cansado. Algunos perros pueden experimentar ceguera temporal o tener dificultades para caminar. Esta fase puede durar desde unos pocos minutos hasta varias horas, dependiendo de la severidad de la convulsión.

¿Qué hacer durante una convulsión?

Cuando tu perro experimenta una convulsión, lo más importante es mantener la calma. Aunque puede ser una situación muy estresante, mantener la serenidad te ayudará a actuar de manera más efectiva y segura. Aquí te damos algunos pasos clave a seguir:

En primer lugar, asegúrate de que tu perro esté en un lugar seguro. Retira cualquier objeto con el que se pueda lastimar. No intentes sujetar a tu perro o ponerle nada en la boca; esto podría causarle lesiones o poner en riesgo tu seguridad. A pesar de lo que se pueda pensar, los perros no se tragan la lengua durante una convulsión, por lo que no hay necesidad de tratar de abrirles la boca.

Si tu perro tiene medicación recetada por su veterinario para estos episodios, administra la dosis indicada siempre y cuando no pongas en riesgo tu seguridad ni la de tu mascota. Sin embargo, si no tienes medicación específica o no estás seguro de cómo administrarla, es mejor no intentar medicar a tu perro durante la convulsión. En su lugar, céntrate en mantenerlo a salvo.

Durante la convulsión, puedes registrar la duración del episodio. Esto puede hacerse utilizando un reloj o cronómetro para medir cuánto tiempo dura. También, si es posible, intenta grabar un video del episodio con tu teléfono móvil. Esta información puede ser muy valiosa para el veterinario, ya que le proporcionará detalles importantes sobre la naturaleza y la duración de la convulsión, lo cual es importante para establecer un diagnóstico preciso y ajustar el tratamiento.

Recuerda que la mayoría de las convulsiones duran solo unos minutos. Si la convulsión dura más de cinco minutos o si tu perro tiene múltiples convulsiones en un corto período, llévalo al veterinario inmediatamente.

Después de una convulsión

Una vez que la convulsión ha pasado, tu perro puede estar desorientado y cansado, permítele descansar en un ambiente tranquilo y cómodo. Evita ruidos fuertes y movimientos bruscos que puedan asustarlo. Mantén a otros animales alejados hasta que tu perro esté completamente recuperado, ya que puede estar más sensible o agresivo debido a la confusión.

Observa a tu perro de cerca para detectar cualquier síntoma, como dificultades para caminar, pérdida de coordinación, o comportamiento inusual. Estos pueden ser signos de que necesita atención veterinaria. Asegúrate de que tenga acceso al agua para mantenerse hidratado, ya que las convulsiones pueden causar deshidratación.

Después de un episodio de convulsión, siempre es recomendable acudir al veterinario para una revisión completa. Incluso si tu perro parece haberse recuperado completamente, puede ayudar a identificar cualquier problema subyacente que podría haber causado la convulsión o ajustar la medicación que tu perro esté tomando.

Es fundamental llevar un registro detallado de las convulsiones de tu perro, incluyendo la fecha, la duración y cualquier síntoma observado antes, durante, y después del episodio. Este registro ayudará a tu veterinario a entender mejor el patrón de las convulsiones y a ajustar el tratamiento.

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Seguimiento y cuidados

Es muy importante realizar un seguimiento regular con el veterinario si tu perro ha tenido convulsiones. Si se ha diagnosticado a tu perro con epilepsia o alguna otra condición que provoque convulsiones, el veterinario establecerá un plan de tratamiento adecuado, que puede incluir medicación.

Además del tratamiento médico, llevar un registro detallado de las convulsiones de tu perro es muy útil. Anota la fecha, la hora, la duración y cualquier síntoma que observes antes, durante y después de cada convulsión. También es recomendable apuntar cualquier posible desencadenante que hayas notado, como cambios en la dieta, el entorno o el nivel de actividad, ya que estos factores pueden estar relacionados con las convulsiones.

Observar el comportamiento general de tu perro es clave en el seguimiento. Presta atención a cualquier cambio: energía, apetito o hábitos de sueño. Cualquier cambio notable podría indicar que el tratamiento necesita ser ajustado o que hay otra posible causa.

Por último, no olvides proporcionarle a tu perro un ambiente enriquecido con actividades que lo mantengan mentalmente estimulado y activo, siempre adaptadas a sus necesidades. Actividades como juegos de inteligencia y entrenamiento positivo ayudan a mantener su bienestar general y a reducir el estrés, esto es especialmente beneficioso para los perros que son propensos a convulsiones.

Conclusión

Las convulsiones en perros pueden ser una experiencia angustiante, pero con la información adecuada, es posible gestionar estos episodios de manera efectiva. Mantener la calma durante una convulsión, proteger a tu perro de posibles lesiones y seguir las indicaciones de tu veterinario son pasos fundamentales para garantizar su bienestar. Además, es importante mantener un seguimiento regular con el veterinario para ajustar el tratamiento según sea necesario y minimizar los factores que puedan desencadenar convulsiones.

En Koala Pets Home, te recomendamos que nos informes sobre cualquier condición médica antes de ingresar a tu peludito en nuestro hotel canino. De esta manera, podemos asegurarnos de que recibirá el cuidado adecuado y se sienta cómodo y seguro durante su estancia.

Contamos con un servicio veterinario para atender cualquier emergencia que pueda surgir, así como instalaciones diseñadas para proporcionar un ambiente calmado y seguro. Además, disponemos de áreas de entretenimiento adaptadas a las necesidades específicas de cada perro. Esto nos permite ofrecer un entorno enriquecedor y seguro que contribuye al bienestar general de tu mascota.

Si necesitas más información sobre cómo podemos ayudar a cuidar de tu perro o si deseas reservar una estancia, no dudes en contactarnos.